Ciclo de Charlas CRHIAM abordó desafíos en torno a la calidad del agua en el contexto de escasez hídrica
El agua contaminada y la falta de un adecuado saneamiento facilitan la propagación de enfermedades como el cólera, diversas infecciones diarreicas, la hepatitis A, entre otras enfermedades. Cuando no existen servicios de agua y saneamiento, o si estos son insuficientes o mal gestionados, la salud de la población queda en peligro. Sumado a esto, la mejora en los sistemas de abastecimiento de agua deberá enfrentarse a desafíos como el cambio climático, el aumento de la escasez de agua, el crecimiento de la población, los cambios demográficos y la urbanización.
Para conocer más sobre la situación en la que se encuentra nuestro país, respecto a la calidad del agua y los riesgos a los que nos enfrentamos cuando consumimos agua o alimentos contaminados, María Cristina Martínez, Jefe de la Sección de Microbiología, Alimentos y Ambiente, del Departamento Nacional y de Referencia en Salud Ambiental del Instituto de Salud Pública de Chile (ISP), fue la expositora invitada para dictar el Ciclo de Charlas CRHIAM de septiembre, donde presentó «Enfermedades transmitidas por alimentos y agua, en el contexto de escasez hídrica».
En su presentación, abordó el trabajo que han desarrollado en el ISP para enfrentar los brotes de enfermedades transmitidas a causa de agua y/o alimentos contaminados, a través del trabajo mancomunados con otros organismos públicos y en los programas de vigilancia nacional.
“El cambio climático y la escasez hídrica están produciendo problemas en la salud de las personas. A nivel país, en material legislativa, tenemos la Ley Marco de Cambio Climático y sectorialmente se trabaja en las medidas de adaptación y mitigación, como en el Ministerio de Salud y en otras instancias, también”, señaló Martínez.
Respecto al efecto de las variables climáticas que contribuyen a la propagación de enfermedades, añadió que “la temperatura y humedad pueden afectar transversalmente a los agentes etiológicos (microorganismos), creando condiciones que aumenten su expresión, frecuencia y severidad de sus efectos, aumentando el riesgo de casos y brotes de enfermedades de transmisión alimentaria”.
Finalmente, recalcó la necesidad del trabajo y esfuerzo en conjunto e interdisciplinario para enfrentar los desafíos y nuevos escenarios que ha impuesto el cambio climático, especialmente en lo relativo a garantizar el derecho al acceso al agua y saneamiento para toda la población.