El proyecto “Parque Urbano Estero Las Toscas” se desarrolló en la ciudad de Chillán entre el 2000 y 2004, en el marco de un programa de cooperación del Gobierno de Alemania con Chillán, el que consistió en desarrollar un estudio de ingeniería para la posterior construcción de un espacio urbano en un tramo de 700 metros.

El objetivo de este proyecto fue dar a la comuna de Chillán un espacio renovado, incorporando el concepto de transformación de un cauce que cruza la ciudad a un parque urbano. Para ello, se utilizaron fondos regionales con un costo para su construcción cercano a los US 300.000.

No obstante, este proyecto pionero en su tipo para Chile, fue fuertemente criticada por la comunidad, quienes no aceptaron su completa construcción. Actualmente, el tramo edificado entre las calles 18 de Septiembre y Avenida Brasil no es usado por el público.

Tras analizar bajo el prisma de la investigación que realizamos en el cluster Agua y Sociedad del Centro de Recurso Hídricos para la Agricultura y la Minería, CRHIAM, es posible identificar las razones del fracaso de este proyecto.

En primer lugar, los ciudadanos de Chillán perciben al Estero Las Tosca como un lugar sucio, plagado de ratones e infecciones. La propuesta no consideró esta percepción en su formulación inicial y no se hizo ningún esfuerzo en cambiar esta imagen.

Del mismo modo, el proyecto se diseñó, construyó y operó en sus primeros años, sin la participación ciudadana, por lo que la comunidad no se involucró con el proyecto viéndolo como una iniciativa extraña y forzada.

Por último, la Municipalidad no aseguró la seguridad en el parque, por ejemplo, no se dispuso de vigilancia y muchas familias no lo visitan por temor a ser asaltados o simplemente pasar malos ratos.

A modo conclusión, la falla principal de esta iniciativa radica en que se desarrolló sin integrar a la comunidad y, por ello, resultó un proyecto extraño e incluso hostil para muchos habitantes de Chillán.