Con sede en Washington, Estados Unidos, se desarrolló el XXXI IMPC-International Mineral Processing Congress, evento que se llevó a cabo del 29 de septiembre al 3 de octubre y que reunió a los principales expertos del mundo para promover, discutir y revelar los últimos avances en la ciencia y la tecnología del procesamiento de minerales.

El Dr. Leopoldo Gutiérrez, subdirector de CRHIAM y la Dra. Lina Uribe, investigadora asociada del Centro, participaron de este evento en las sesiones técnicas. Particularmente el Dr. Gutiérrez, presentó el trabajo “The Effect of an Anionic Polyacrylamide on the Flotation of Chalcopyrite, Enargite and Bornite”, el cual analizó el impacto de una poliacrilamida aniónica (PAM) en la flotación de sulfuros de cobre como calcopirita, enargita y bornita, mostrando que ésta deprime su flotación en distintos niveles de pH. A medida que el pH sube, el efecto depresor aumenta, lo que se relaciona con la adsorción de PAM en las superficies de los minerales, facilitada por hidróxidos de hierro y cobre que actúan como sitios activos de adsorción.

En tanto, la Dra. Uribe participó en la investigación “Evaluation of the Use of Mixtures of Recycled Vegetable Oil Esters and Biosolids as Collectors for the Flotation of Copper Sulfides”, la cual estudió si es viable usar mezclas de aceites vegetales reciclados (ERVO) y biosólidos (BS) como recolectores de minerales de cobre en el proceso de flotación. Las pruebas en laboratorio mostraron que estas mezclas flotan más rápido que el colector tradicional (PAX), aunque recuperan menos cobre. Sin embargo, lograron una mejor separación del cobre frente a la pirita, lo que sugiere que podrían usarse en etapas más limpias del proceso, ayudando a reducir costos y el impacto ambiental.

La participación de los investigadores de CRHIAM en este congreso internacional destaca el compromiso del Centro con la innovación y la sostenibilidad en el ámbito del procesamiento de minerales. Estas investigaciones refuerzan la importancia de buscar soluciones que no solo optimicen los procesos industriales, sino que también reduzcan el impacto ambiental, contribuyendo así a un futuro más sostenible para la minería global.